sábado, 9 de enero de 2010

TERMINAR UNA RELACION....

uando se termina una relación no se puede decir que la culpa sea de uno solo, cada uno tiene su parte de responsabilidad, Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida ya sea laboral, sentimental o social, Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido común. Muchas veces no es suficiente sentir amor por la persona en cuestión, hay que aceptar que las cosas no se pueden dar como esperábamos, ni tampoco evitar o impedir que nos cause dolor el tener que decir ineludiblemente, adiós.



A veces es difícil hacerle comprender al corazón, que aunque lo que está sintiendo es lo que le da sentido a su latir, tiene que aprender a dejar de suspirar y asumir que las cosas no pueden continuar, porque hay momento en la vida que nos encontramos estancados, condicionados por otros factores que hacen que tomes la decisión de escribir … “ fin”, en lo que creímos sería para toda la eternidad…



Ahora viene esa época que te dicen todos tus amigos/as…Bueno, ya encontrarás a otra, no te preocupes", "En un pispas has rehecho tu vida", "Ya aparecerá tu media naranja"... "A ver si a la próxima hay mas suerte". ….A veces parece que estar soltero es algo malo, eres un apestado o es una etapa transitoria mientras buscas pareja... que hay que ir corriendo a buscar a alguien, para no estar solito...



Yo creo que no tengo que rehacer mi vida, porque mi vida aun no esta hecha , ¿es que solo tienen vida los emparejados? Creo que no nos tomamos en serio eso de ..” quiérete a ti mismo, para poder querer a alguien”… todos lo decimos, pero son pocos los que lo ponen en practica. Porque si dices abiertamente que te quieres mucho y no necesitas a nadie te dicen egoísta o cosas peores!!!.



Nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él/ella, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él/ella, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.